Historias y Memorias de un Cazaautógrafos

lunes, 25 de octubre de 2010

No hace falta una foto para impresionar, Gica Hagi




Como todo en la vida, lo de profesionalizarse en la captura de un autógrafo te lo acaba dando la experiencia. Yo empecé cogiendo firmas en hojas cuadriculadas y fui pasando a la ficha, siempre acompañado por mis fotos. Así fue durante un tiempo pero un día, hace ya unos cuantos años, coincidiendo con la visita del Galatasaray a Madrid con motivo de un partido de Champions League, todo cambió. El conjunto turco contaba en sus filas con grandes del fútbol destacando entre ellos uno de los míticos porteros del Brasil de Parreira, que no era otro que Claudio Taffarael. A cuento de esto, la expectación por ver a los jugadores era máxima. Tanto es así que era tal la gente congregada en el hotel de concentración que los papeles y los bolígrafos iban y venían sin ningún criterio. Para uno acostumbrado a la pulcritud de su cuaderno de anillas, fue sorprendente ver cómo daba igual dónde se estampaba la rúbrica. En el colmo del desmadre, alguien le pidió a Hagi que le dedicase un papel en el que estaba apuntada la agenda de una cata de vinos. Ni yo daba crédito ni el jugador tampoco. Supongo que como consecuencia de ello, a mí me puso el nombre en rumano cuando le di su foto: “Para George”. No me importó, por supuesto, pero comprendí que en ocasiones hay que estar preparado para tirar de cualquier recurso olvidándose de los convencionalismos representados por archivadores y demás. Todo sea por tener un registro más.

martes, 19 de octubre de 2010

Mirando Atras: Ese gran persona y jugador Pau Gasol




Si hay un tipo al que admirar y al que seguir, además de Rafa Nadal, ese es sin duda el jugador de Los Ángeles Lakers (o como dirían en Aterriza como puedas, “Los Lagos de los Angeles”) Pau Gasol. Al de Sant Boi le he visto varias veces y en todas ellas su trato conmigo y con la gente ha sido ejemplar. Situémonos en nuestro primer encuentro. El jugador acababa de llegar a la primera plantilla de un Barcelona que por aquel entonces estaba dirigido por Aíto García Reneses y contaba en sus filas con gente de la categoría de Roberto Dueñas o Jasikevicius, por citar a dos de ellos. Él era un simple juvenil que iba siempre acompañado de su amigo Juan Carlos Navarro. Habían venido a Madrid a jugar un partido de la liga ACB y estaban alojados en el hotel Nh Principe de Vergara. Era difícil imaginar en esa jornada que aquel chaval espigado fuera a ser el mejor jugador del baloncesto de la historia de nuestro basket. Años más tarde, coincidiendo con la celebración del centenario del Real Madrid (2003) se disputó un partido entre los mejores jugadores europeos del momento y la sección de basket del conjunto blanco. Aunque el alero del Barcelona estaba con fiebre y no era segura su participación, al final acabó vistiéndose de corto simpre y también, claro está, haciéndose una foto conmigo.




Tuve interés por saber cómo se comportaba una vez que ya se había convertido en una estrella de la NBA. Y es que a algunos se les sube la fama a la cabeza de forma exagerada (caso de un tío que no es nada como Turiaf, hoy en los New York Knicks). La ocasión fue durante el Eurobasket de Madrid. Fuimos al hotel Melia Castilla y allí, tras pasar un arco de seguridad, nos quedamos esperando a los equipos (la Alemania de Dirk “Robin Hood” Nowtzki, la Francia de Tony “oh lala” Parker) que regresaban de sus respectivas sesiones de entrenamiento. En el caso de nuestra selección el objetivo estaba claro: Gasol. Nada más aparecer ya pudimos comprobar que las cosas no habían cambiado nada. Autógrafo y foto. Lo primero, además, en una instantánea que tiene miga. ¿Quién no se acuerda de aquella jugada con un “in your face” a Kevin Garnett? Pues eso.




No es de extrañar que estemos ante uno de los deportistas que más admira la gente. Porque es un crack dentro y fuera de la cancha.

viernes, 15 de octubre de 2010

Jornadas Maratonianas




Cuando uno está metido de lleno en coleccionar autógrafos se encuentra en ciertas ocasiones con la circunstancia de lo que llamamos como ”Jornadas Maratonianas”. Lo que sucedió el 2 de Octubre de 2010 es un buen ejemplo de ello. Fue un día de locos. Todo empezó con un madrugón de aúpa que nos llevó hasta la estación de Atocha para poner rumbo hacia Getafe (no nos queda otra que recurrir al transporte público y la red de cercanías al no disponer de vehículo propio). Allí nos esperarían los hombres de conjunto azulón. Hacía sol en el Sur de Madrid y llegaba el olor a café y bocadillo tan característico de los campos que están cercanos al Alfonso Pérez. Faltaba algún que otro autógrafo como el del jugador Pablo Pintos y, aprovechando la coyuntura, me llevé alguna que otra foto como Miku o Jordi Codina. Con este último estuvimos conversando a cuento de su cuenta de twitter @codina13, una de las más activas entre los deportistas. El meta catalán me dijo, tras darle la enhorabuena por sus tweets, que habían recibido ordenes del club para que no escribieran tanto en este medio. Además de este detalle, también me llamó la atención el poder mediático que tiene Míchel, el entrenador del Getafe. Llegaba con una marea de seguidores pese a lo cual, a nadie dijo que no. Yo incluido y prueba de ello es la foto que tenemos juntos. Aún recuerdo aquella vez en la que siendo Víctor Muñoz entrenador, apareció a recoger a su hijo Adrián. ¿Casualidad? No lo sé pero lo cierto es que meses después sería él el que ocupara ese banquillo.




Después de abandonar Getafe, previo paso por “nuestro” bar de referencia y degustar un suculento bocata con mis “secuaces”, emprendimos el camino inverso hacia nuestro punto de inicio para encontrarnos con el Atlético de Madrid en la mencionada estación de Atocha. Pero este día nos traería una grata sorpresa. En lo que esperábamos a los rojiblancos nos encontrarnos con el entrenador que nos hizo campeones del Mundo, Vicente Del Bosque. El salmantino debería ir camino de Sevilla a ver el partido. Como no podía ser de otra manera, le pedimos hacernos una foto con él. Fue muy grato y nos saludó agradeciéndonos todo el apoyo. Las cosas iban viento en popa. Minutos después, nuestro principal objetivo hacía su aparición en la zona de salidas del AVE. Con mi foto de los campeones de la Europa League, fui recogiendo a todos los jugadores que me faltaban (menos Agüero y Forlán, que como siempre es un mostró sus dotes huidízas). También llevaba una imagen de David De Gea, el que se ha convertido en uno de los ídolos de la afición. Me la dedicó sin problemas y atendió a unos chavales que no se atrevían a pedirle una pose en su compañía como bien confirmó su madre: “Es que tenían vergüenza en pedírtelo”.




Antes de irnos de Atocha nos quedamos a ver al matagigantes Hércules. Precisamente, jugaba al día siguiente con el Getafe. Los futbolistas del cuadro herculino salieron como balas pero pudimos conseguir los autógrafos de Nelson Valdez y David Trezeguet. Poco más pudimos hacer, ya que su único interés era subir al autobús que había de llevarles hasta el hotel Hesperia Getafe.





Y por último, la última estación de la jornada era el Deportivo de la Coruña. El equipo coruñes se hospedaba en uno de los hoteles de la Castellana. Allí había una boda por lo que la tarea de escabullirnos de los porteros no fue sencilla. Sin embargo, son muchos años ya y conseguimos pasar, cual alma que lleva el diablo, a la cafetería del recinto. Tomamos algo mientras hacíamos tiempo para que bajaran a cenar. Mis objetivos eran Morel, Desmarets, Lassad y, sobre todo, Rubén Pérez, el jugador cedido por el Atlético de Madrid al cual deseé suerte y una pronta vuelta pronto a nuestro club. El punto final de esta postrera parada trajo consigo un par de encuentros periodísticos de postín. El primero con Iñaki Cano en el hotel del Depor. El segundo con Guillem Balagué, en el Metro de Madrid con su Ipod. Recordé entonces aquel día en Barcelona cuando se inaguró el estadio de Cornellá y la foto que nos hicimos.




Así que esto fue nuestra jornada maratoniana. Me perdi un gran partido del #regateandofollowers y pido disculpas por ello, pero había que priorizar y una vez adquirido el compromiso, no puedo decir que no.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Yo no soñe con Cantona, yo conocí a Cantona




Eric Cantona





En el 2009 Ken Loach filmó la historia de un cartero que vive en Manchester y está un poco obsesionado con Eric Cantona. La trama de la obra versa sobre como a este trabajador público (interpretado por Eric Bishop) se le aparece el que fuera futbolista del Manchester United tras unas sesiones de terapia. Supongo que al no ser yo fan de los diablos rojos, nunca he padecido semejante trauma pero sí que es cierto que, al igual que ocurre en el largometraje, he tenido delante al personaje de marras. Todo se remonta al año 2002, durante el torneo del centenario del Real Madrid. Los dirigentes blancos, además de organizar una gran competición (asunto del que me ocuparé en otros capítulos), nos trajeron a Madrid a grandes jugadores de ayer y de hoy. Entre los Klinsmann, Gerets, Giresse, Antognoni, Galli, Papin y compañía, destacaba sin lugar a dudas Eric Cantona. Aunque el jugador francés puede tener cierta fama de borde ya que impone ese respeto que sólo las estrellas de verdad saben transmitir, bastan unos minutos a su lado para darse cuenta de que es todo amabilidad. Accedió a hacerse todas las fotos que le pedimos al mismo tiempo que firmaba autógrafos sin decir a nadie que no. Así fue como conocí a Cantona, justo unas horas antes de que jugara un buenísimo partido (pasado por agua, por cierto) contra los veteranos del Real Madrid.



Espero que os haya gustado.

lunes, 11 de octubre de 2010

El día de los Campeones



Enhorabuena a Jorge Lorenzo y Toni Elias.





Este fin de semana se proclamaron campeones del mundo de motociclismo en la categorias de MotoGp y Moto 2 en Sepang Jorge Lorenzo y Toni Elías. A estos dos titanes de uno de los deportes que más me apasiona (el motociclismo, con Valentino Rossi a la cabeza de mis pilotos favoritos) los conocí personalmente en diferentes situaciones y la verdad, cada día que pasa me doy más cuenta del enorme privilegio que significaron aquellos encuentros.



Lo de Toni Elias fue uno de los años en los que asistí a la jornada de puertas abiertas del circuito de Cheste. Ese día acudí con la misma ilusión que tiene un niño el día de Reyes cuando le dicen “¡corre que tienes tus regalos!”. Y es que para mí, ir a un campeonato del mundo de motociclismo es siempre una experiencia sumamente gratificante (pienso que todo el mundo debería vivirla al menos una vez en la vida). Fue mi segunda vez en una prueba del campeonato de mundo (la primera fue en Montmeló). Por aquel entonces el piloto estaba en sus primeras temporadas en MotoGP como integrante del equipo Fortuna Team. Era savia nueva en la categoría reina y representaba toda la proyección que tenían nuestros deportistas, todos ellos apuntando maneras de campeones. Al ser una cita española, la simpatía de los nuestros con los aficionados fue significativa. En el caso de Toni, se acercó a la valla en la que estábamos apostados para saludarles y no tuvo ningún reparo en firmarme una foto y, de paso, la gorra que llevaba. Y no sólo a mí, sino a todos los que se acercaban al Paddock del equipo. (los cascos volaban por encima de mi cabeza para conseguir que plasmara su rúbrica en los mismos). Me fui contento, no sólo por los autógrafos sino también por descubrir que es una bellisma persona. Sin duda, ese fin de semana quedará siempre como uno de los mejores de mi vida.



Con Jorge Lorenzo la cosa no fue tan sencilla. Era un tipo que me caía bien y aunque no era mi preferido, daba gusto ver ganar a un español una prueba del gran circo. Intenté varias veces conseguir su autógrafo sin éxito (una de ellas en la misma que a Toni Elias). Y es que no suele ser habitual que se hagan sesiones de firmas. Sin embargo, días después de proclamarse por ultima vez campeón del mundo de 250 c.c., le enganché en un acto de estas características. Nos situamos. Centro comercial La Vaguada (Madrid). Hora prevista, las 18.00. El plan, comer, ir de compras por un tiempo y presentarse con la precisión de un reloj suizo 30 minutos antes de que empezara todo. Me posicioné en la cola y espére. El protagonista también cumplió su parte en cuanto a horario. Según el “timming” convenido, apareció dispuesto a cumplir con sus obligaciones comerciales con una de las marcas que le patrocinaban, relojes Festina. Sin embargo, el tema vestuario no lo tenía tan trabajado. Por eso fue corriendo a una tienda de trajes que había justo enfrente, ya que no llevaba camisa y se tenía que poner una. Una vez solventado este detalle, se puso manos a la obra demostrando que es un tío genial. En mi caso, al ver la foto que llevaba me dijo que le encantaba. Por supuesto, no puso problemas para inmortalizarse conmigo.



Ha pasado el tiempo y en el mismo fin de semana, los dos son campeones del mundo. No podía por menos que dedicarles un post en homenaje a ellos. Espero que os guste.

viernes, 8 de octubre de 2010

El Pepe Reina del mes es......



Es....Djemba Djemba




Hace unas semanas el ex del Manchester United y Aston Villa estuvo en Madrid con motivo del partido de la Europa League que enfrentaba a su actual club, el Odense, con el Getafe. El encuentro con el jugador camerunés fue en un hotel de Getafe, en concreto el Hesperia Getafe. Tras haber estado viendo al Ajax (también de visita por la capital a cuento de su choque de Liga de Campeones con el Real Madrid) unos amigos se fueron a “cazar” a algunos internacionales y buenos jugadores que forman parte de la plantilla del conjunto danés (Thomas Helveg, Roy Carroll, Hogh, Utaka). Allí, a la entrada de la cena del equipo, los jugadores se dirigieron a uno de los salones y de camino se produjo el siguiente diálogo entre los protagonistas de esta historia:



Djemba: “ Muy buenas las mujeres aquí, muy guapas. Grandes...”

Mi amigo: ”... tetas, pechos”

Djemba: “Eso eso....grandes”

Mi amigo: “¡tú sabes!

Djemba. “¡sí, sí...jaja!”



Por esto creo que se lo ha merecido este mes.

lunes, 4 de octubre de 2010

Mirando Atras: "El Chava Jimenez"



Cuando te gusta el deporte hay veces en las que te da por ir a hoteles a ver a tipos un tanto anónimos para ciertos públicos. Hablo de esos colosos que montan en bicicleta y de los que muchos sólo se acuerdan cuando se produce un escándalo ajeno a lo que pasa en la que carretera. Conocer a José María Jiménez fue un momento muy especial. En mi casa siempre hemos sido seguidores de los grandes escaladores y más desde que Perico ganó el tour del 88 ya que mi padre es segoviano, como él. Y también lo era el Chava. De "El Barraco" concretamente. Durante un tiempo, llenó el espacio que había dejado el anterior ídolo..



Nos ponemos en situación. Era la vuelta ciclista a España en la que Olano se proclamó campeón. Aquella mañana en el hotel NH del Parque las Avenidas madrileño, cerca de la plaza de toros de las ventas, se concentraba el Banesto de Eusebio Unzue. Nada más entrar en la recepción vimos al Chava. Recuerdo perfectamente cuánto me sorprendió su extremada delgadez. El abulense venía de dar un paseo. Serían las once de la mañana y el protagonista de esta historia vestía el polo oficial del equipo y un pantalón de chándal. Al acercarme le enseñé la foto que traía, una con el maillot blanco de mejor joven del Tour. Le pedí que me la dedicara aunque no hacía falta ya que era todo amabilidad. Le llamó la atención la imagen y exclamó "¡Qué buena foto!", en lo que se ponía a garabatear su firma. Fue entonces cuando dudó al escribir mi nombre. Puso “Jorge” con G y luego con J, y se disculpó con una naturalidad pasmosa: "¡Ay, las clases del cole...!". Por supuesto, no puso ningún impedimiento a inmortalizanos juntos, todo lo contrario que Abraham Olano, que estuvo distante con los aficionados reunidos. No hubo tiempo para mucho más. Los componentes de aquel Banesto (Chente Garcia, Manuel Beltran, etc.) tenían que salir ya, a disputar la ultima etapa, la del reconocimiento a los ganadores, no sin antes despedirse de todos nosotros. Fue, sin duda, una grata mañana.



De todos es sabido que el Chava, al retirarse, tuvo múltiples problemas con esa lacra que son las drogas. Al conocer su muerte sentí un profundo dolor y comprendí que el escalador se había convertido en un juguete más en el cajón de un niño.



Por cierto como vesis en mi foto todos tenemos un pasado, ;)