Pasar una jornada con internacionales de todos los tiempos te hace descubrir cosas increíbles y te permite conocer el buen corazón que tienen unos con otros. En textos venideros contaremos con más detalle cómo fue el día en que la RFEF decidió rendir homenaje a todos aquellos que han defendido la camiseta de la roja pero antes, merece la pena anticipar la anécdota que me sucedió al acercarme a hablar con Goyo Fonseca. Por si alguno no se acuerda de él, Fonseca era un delantero goleador en el Real Valladolid, con un estilo comparable a Roberto Soldado o Álvaro Negredo. Pese a que se nota que han pasado unos cuantos años, le reconocimos nada más salir de la carpa que habían montado para la ocasión. Fue entonces cuando fuimos a “cazar” su firma y a comentar con él todos los equipos por los que había pasado, dejándole caer, ya que estábamos, nuestra impresión de que antes de retirarse le había dado lecciones a Morientes en el Albacete. Se rió con la broma pero no dejó pasar la oportunidad de decirnos lo siguiente al respecto del que fuera su compañero en aquella etapa: “el Moro es un crack como persona y no se olvida de la gente. A los diez años de salir del Alba, me llamó y me dijo Goyo, te debo mucho y, necesites lo que necesites, aquí estoy...nos ayudó ya que estabamos pasando una mala epoca, fuimos a pasar un fin de semana con él y eso habla muy bien de él ya que no se olvidaba del “maestro” que le enseño los caminos del gol.” Me quedé maravillado con la historia, conocerla de primera mano fue algo único. Y más cuando es un jugador de esos que se ve a la legua que son buena gente y que guarda relación con todos aquellos con los que ha coincidido. Sin ir más lejos, al pasar Molina por su lado le dijo: ” No te preocupes Moli que yo te llamaré cuando pierdas...”. Lo dicho, todo un lujo vivir un momento así.En la actualidad es representante de jugadores, entre los que destacan Nacho, Juanma y figuras emergentes del fútbol como Iván González.
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